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JORNADA 32: 8 de Junio, 2020

El mundo de la salud tras el COVID-19: una medicina más preventiva para unos ciudadanos más resilientes y saludables (capítulo VI)

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La prevención en salud ha cambiado de nivel: hoy en día no se puede entender sin datos. Durante el mes de marzo, cuando la pandemia comenzaba a crecer en España, realizamos un estudio con 675 asegurados que estuvieron ingresados por coronavirus en diferentes hospitales. Nuestro objetivo era entender cómo actuaba el virus, tomar mejores decisiones para adaptar los tratamientos y organizar de una manera más efectiva nuestros recursos asistenciales. Pero también nos ha ayudado con uno de los pilares en los que creo que debe estar basada la gestión de nuestra salud: la prevención. Una capacidad de prevención y predicción mayores gracias al uso de los datos.

La principal conclusión de este estudio, en línea con los que han realizado otras instituciones, es que el estado de salud condiciona que la enfermedad afecte a un contagiado de manera más o menos grave. Esto quiere decir que cuidar de nuestra salud es vital para afrontar una enfermedad. Por eso, más allá de las medidas de prevención enfocadas a la higiene, como el lavado de manos o el uso de mascarilla, debemos trabajar en planes de prevención más a largo plazo. En el futuro contaremos con un ‘coach’ de salud que nos ayude con la nutrición y el deporte pero también a gestionar patologías crónicas como la hipertensión o la diabetes. Un mayor control de estas patologías permitirá contar con mejores armas para luchar contra una posible pandemia. En última instancia, para afrontar la batalla contra el virus con escudo protector o sin él.

 

En el futuro contaremos con un ‘coach’ de salud que nos ayude con la nutrición y el deporte pero también a gestionar patologías crónicas como la hipertensión o la diabetes.

En Sanitas creemos que es necesario darle un impulso a este tipo de programas. Llevamos tiempo trabajando en la creación de soluciones de prevención, especialmente a través de nuestra plataforma SPS (Servicios de Promoción de la Salud). Gracias a este servicio, hemos creado alrededor de 400.000 planes de salud personalizados. Sin embargo, creo que el momento actual nos ha demostrado que tenemos que poner aún más herramientas al servicio de la prevención.

Y aquí contamos con dos grandes aliados: los datos y la tecnología. En el caso de los datos creo que es evidente: cuanta más información tengamos sobre nuestra salud, más fácil será poder trabajar en planes que nos ayuden a luchar contra futuras patologías. Debemos ser capaces de construir modelos de prevención que sirvan para anticiparnos a las enfermedades. En este sentido, la genómica va a desempeñar un papel fundamental. Conocer nuestro ‘Big Data’ genético abre la puerta a una medicina de precisión, preventiva y mucho más personalizada.

 

La genómica va a desempeñar un papel fundamental. Conocer nuestro ‘Big Data’ genético abre la puerta a una medicina de precisión, preventiva y mucho más personalizada.

Por otra parte, la tecnología nos facilita esta gestión de los datos, para hacerlos más accesibles y sencillos de entender, pero también es una aliada muy potente para la monitorización. Estoy seguro de que la innovación nos traerá nuevas tecnologías, wearables que sean más efectivos en el seguimiento y gestión de nuestra salud, pero el Smartphone y las Apps van a seguir ocupando un lugar destacado en nuestro día a día.

Esta pandemia nos ha recordado la importancia de la prevención. En estos momentos ya no concebimos salir a la calle sin mascarilla o lavarnos las manos cada vez que volvemos a casa. Llegará un día en el que esta situación cambie pero no debemos olvidar una de las lecciones más relevantes que nos deja el Covid-19: no podemos predecir cuál será la próxima epidemia pero sí trabajar en las medidas necesarias para estar en el mejor estado físico -y mental- posible para superarla.