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JORNADA 30: 25 de Mayo, 2020

El mundo de la salud tras el COVID-19: el hospital del futuro será digital (capítulo IV)

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La innovación, como en el caso de los inicios de Internet, al principio siempre genera muchas dudas. La salud siempre ha sido un sector más reticente a adoptar las nuevas tecnologías, en cierta manera es lógico porque el componente humano es un factor clave. Pero esa parte humana, de los profesionales sanitarios, tan necesarios, nunca desaparecerá. La innovación precisamente viene para facilitar ese trabajo a los profesionales y acercarles a sus pacientes, como hemos podido comprobar durante la pandemia del Covid-19.

Hace algunos años nadie podía imaginar que un médico también pudiera atender a un paciente a través del móvil o que un enfermo crónico estuviera monitorizado desde su casa. Esto hace tiempo que ya no es ciencia-ficción pero la emergencia sanitaria del coronavirus ha acelerado el proceso de digitalización en el que ya estábamos inmersos. El miedo al contagio ha situado a los hospitales como lugares peligrosos a los que es mejor no acudir, o que solo debíamos hacerlo en casos muy urgentes, por lo que la tecnología se ha convertido en una gran aliada para poder mantener cerca a los pacientes con sus médicos.

Hace algunos años nadie podía imaginar que un médico también pudiera atender a un paciente a través del móvil o que un enfermo crónico estuviera monitorizado desde su casa. Esto hace tiempo que ya no es ciencia-ficción pero la emergencia sanitaria del coronavirus ha acelerado el proceso de digitalización

Además de las videoconsultas con los profesionales sanitarios, hay otra tendencia que estoy seguro de que se consolidará en los próximos años: la hospitalización domiciliaria. Hay muchos pacientes que, siempre que su patología lo permita, podrán recuperarse en su domicilio. Un servicio de estas características facilitará que los pacientes permanezcan en sus casas mientras se mantienen en observación o se recuperan. Gracias a la tecnología, una persona puede estar monitorizada a distancia por un grupo de profesionales que, en el caso de detectar algún cambio en su salud, se desplazan rápidamente a su domicilio.

 

En Sanitas llevamos dos años trabajando en poder ofrecer un servicio de estas características, es lo que llamamos Hospital Digital. El año pasado 800 pacientes participaron en esta iniciativa, que lleva la medicina más allá de las cuatro paredes de los hospitales. Nuestro programa de Salud Conectada permite monitorizar el estado de personas sin necesidad de que se desplacen a un centro hospitalario ni interrumpan su vida a través de una combinación de wearables, big data e Inteligencia Artificial. Por ejemplo, los wearables son diferentes en función de las condiciones de cada persona y proporcionan información biométrica al profesional asistencial que monitoriza la salud de cada paciente. Esto permite que se puedan tomar decisiones de manera preventiva. Es decir, que el médico sea el que avise al paciente antes de que se pueda producir algún cambio en sus condiciones clínicas.

Nosotros tenemos claro que queremos seguir siendo relevantes para nuestros pacientes y para ello es muy importante que seamos capaces de ofrecer un servicio que se adapte a las necesidades de hoy. Por eso esperamos que nuestro Hospital Digital esté plenamente operativo antes de acabar el año. Esta situación nos ha traído una nueva realidad a la que tenemos que adaptarnos pero también nuevos retos e ilusiones para seguir trabajando en nuevos proyectos que nos permitan ayudar a nuestros pacientes. Mejorar la experiencia de nuestros clientes es un proyecto que nunca termina. Y es un reto al que nos seguiremos dedicando antes, durante y después de esta pandemia.