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JORNADA 31: 1 de Junio, 2020

El mundo de la salud tras el COVID-19: diseñar el nuevo futuro para el cuidado de los mayores (capítulo V)

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El Covid-19, como ya sabemos por diferentes estudios, afecta de manera más grave a personas con edades por encima de los 65 años. De ahí que el papel de las residencias, y los profesionales que trabajan en ellas, haya sido de vital importancia para proteger a los mayores del virus. Esto evidentemente ha puesto en el foco a todo un sector, en ocasiones de manera muy injusta, pero que también debe hacernos reflexionar sobre el actual modelo de cuidado de los mayores. Antes de la declaración de la pandemia, nosotros fuimos muy rápidos en poner en marcha medidas para proteger a nuestros más de 6.000 residentes y el 7 de marzo restringimos las visitas de los familiares. Una medida muy dura, pero que nos ha ayudado a mantener alejado el virus de nuestros centros. También empezamos muy pronto a realizar tests PCR a todos aquellos que presentaban síntomas relacionados con el COVID-19.

Con este punto de partida, lo que debemos hacer ahora es empezar a construir. Ya estamos trabajando en un nuevo modelo del cuidado de los mayores centrándonos en tres aspectos principales: la digitalización, el incremento de la oferta médica y unos cuidados centrados en mejorar la calidad de vida de las personas.

En el futuro será posible seguir un tratamiento en casa y esté conectado con el hospital a través de wearables que recojan datos que ayuden a monitorizar el estado de salud de esa persona por su médico.

La tecnología nos puede ayudar en muchos aspectos, y además de una forma muy humana. Por un lado, a mejorar la comunicación con los familiares. Gracias a las videollamadas o aplicaciones, como nuestra App para familiares, nuestros residentes han podido mantenerse en contacto con sus seres queridos durante esta crisis sanitaria. Pero queremos ir más allá. Viviremos más y mejor, por lo que muchos de los mayores del futuro no tendrán por qué ir a una residencia. Recientemente pusimos en marcha el servicio ‘En Casa Contigo’, que permite que una persona continúe viviendo en su domicilio y un equipo asistencial de especialistas se ocupe de acercar todos los cuidados y terapias de una residencia a su hogar. Y no solo eso. En el futuro será posible seguir un tratamiento en casa y esté conectado con el hospital a través de wearables que recojan datos que ayuden a monitorizar el estado de salud de esa persona por su médico.

 

 

Lo que me lleva a la segunda idea, la necesidad de que las residencias cuenten con una mayor capacidad de resolución médica. No solo porque en las plantillas se incremente el número de profesionales sanitarios, sino porque los residentes puedan utilizar la tecnología, como las videoconsultas, para contactar con su médico sin moverse de su habitación. E incluso el personal médico de la residencia tenga a su disposición el soporte de un hospital y sus equipos asistenciales para ayudarle en el diagnóstico y la toma de decisiones. Es decir, la tecnología nos permite ampliar la oferta de servicios médicos en la residencia hasta límites insospechados hasta ahora.

No debemos olvidar el principal objetivo del cuidado a los mayores: mejorar la calidad de vida de las personas, un envejecimiento activo y feliz.

Sin embargo, todo esto carece de valor si nos olvidamos el principal objetivo del cuidado a los mayores: mejorar la calidad de vida de las personas, un envejecimiento activo y feliz. Para ello es fundamental que las residencias se adapten a las necesidades de cada persona, y es necesario contar con especialistas, psicólogos, fisioterapeutas, gerocultores… Un equipo multidisciplinar que también aplique las terapias más avanzadas para pacientes con demencia o alzhéimer. Por ejemplo, en nuestras residencias hemos eliminado las sujeciones físicas, así como hemos apostado por un uso racional de los psicofármacos. Estos son solo dos ejemplos, pero en el cuidado de mayores, al igual que en la salud, no debemos dejar nunca de innovar. Y todo ello sin abandonar la función primordial de las residencias: ser el hogar y el lugar de relación social y cuidados integrales de las personas mayores. Que ahora seremos capaces de mejorar para cuidar de la salud de una forma más completa.
 

Esta pandemia también ha puesto en evidencia la necesidad de cooperación. Es un camino que debemos caminar juntos, desde el ámbito público y privado, para construir un futuro mejor para nuestros mayores. Al final, se trata de dar respuesta a una necesidad que ya estaba ahí pero que esta situación se ha encargado de señalar. Una señal de que la sociedad avanza, evoluciona, que también puede volver a sufrir otras pandemias. Nosotros debemos dar respuesta a estos nuevos desafíos. Sanitas se compromete a proporcionar esas nuevas soluciones y a cooperar con los gestores públicos para juntos lograr responder a esas demandas sociales.