Allí estuvimos… en cuerpo y alma

JORNADA 25: 21 de Abril, 2020

Así creemos que va a cambiar nuestra industria

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Querid@s compañer@s:

Creemos que el COVID va a suponer un antes y un después en la forma en que se gestiona la Salud en España. Estamos convencidos de que las emociones y los aprendizajes han sido tan fuertes que nos equivocaríamos si pensásemos que retomaríamos nuestras vidas en el punto en que las dejamos a mediados de marzo. A continuación, os expongo las diez primeras hipótesis sobre las que ya estamos trabajando. Surgirán más, porque aprendemos cada día; y os las contaremos, pero al menos esta primera lista de diez son los aspectos que hemos ido mencionando estos días.

1. Los ciudadanos se han dado cuenta de que nuestro sistema de salud no es el mejor del mundo. Por una razón: para que siga siendo excelente es necesario invertir en activos y en los profesionales. Las entidades tanto públicas como privadas tendrán que seguir este camino e incrementar las inversiones en los activos médicos para asegurarnos de que, si surge otra pandemia, los resultados serán mucho mejores.

2. En los días del COVID, los ciudadanos no han tenido apoyo médico suficiente para resolver sus dudas, que han sido muchas. Se han sentido muy solos. Estamos seguros de que en el futuro habrá que implantar de forma decidida la posibilidad que el médico se acerque al paciente a través del teléfono móvil, para así ofrecer consejo y apoyo necesario en cualquier momento.

3. En estas semanas los ciudadanos han construido la percepción de que los hospitales son centros peligrosos donde uno se puede contagiar. Estamos convencidos de que esta opinión va a desaparecer, pero costará un tiempo. En cualquier caso, creemos que el COVID ha confirmado la necesidad a futuro de implantar medidas de hospitalización domiciliaria.

Hay pacientes que, si su patología lo permite, prefieren recuperarse en sus hogares.

4. Los ciudadanos no solo han estado mal asesorados, sino que han pasado miedo en estos días de tantas incógnitas. Costará volver a tener confianza en el sistema sanitario, de manera que habrá que ofrecer servicios de atención psicológica a todos aquellos que los necesiten. El refuerzo de Salud Mental como disciplina médica ha venido para quedarse. A las consecuencias médicas del virus se le añadirán las sociales y financieras, de forma que la vuelta a la normalidad va a ser extremadamente difícil.

5. Las residencias de mayores también serán diferentes. El COVID ha hecho necesario que estos centros se medicalicen a marchas forzadas. Creemos que esta tendencia se va a quedar. El escrutinio sobre cómo se gestionan estos centros residenciales, especialmente en una situación de pandemia, y las expectativas de la sociedad al respecto implicarán que solo van a sobrevivir aquellas que den un buen servicio y puedan demostrar sus credenciales médicas.

6. La necesidad de prestar asesoramiento profesional a las familias que deciden cuidar de sus mayores en sus casas es otro aspecto para trabajar para el futuro. Esto tiene que ver con la Ley de Dependencia, que prevé ayudas para situaciones de este tipo, pero carece de recursos para que ese soporte sea real. Prevemos que se resucitará la ambición de esta ley, esta vez esperemos que se la dote de los recursos adecuados para que las familias estén apoyadas.

 

7. Estas pasadas semanas se ha consolidado otra tendencia que creemos que va a perdurar: el uso de la tecnología para poder saber cómo está un paciente de un hospital o un residente de un centro de mayores. Estas semanas muchas personas han sentido una angustia nueva, la de no poder visitar al enfermo o al residente. Nadie quiere volver a pasar por lo mismo, por lo que desde ya se van a demandar herramientas que garanticen permanecer en contacto con familiares enfermos, ya sea en el hospital o en una residencia.

8. Vamos a vivir en los próximos meses y años una ratificación de las actividades y programas encaminados a prevenir y procurar que la gente permanezca sana. Los ciudadanos han aprendido que cuanto más sano se esté, con más energía se puede combatir una pandemia. Aquí se incluyen aspectos como la nutrición y el deporte, bastante desarrollados ya, pero también otros más novedosos, como los programas de salud dirigidos por coaches que acompañen y ayuden a las personas a gestionar sus patologías crónicas: obesidad, hipertensión o diabetes, por ejemplo. Mantener bajo control estas patologías mejora la capacidad de combatir una futura pandemia.

9. La carencia de medios de protección para los profesionales también nos debe obligar a revisar las estrategias que se han seguido hasta ahora para el aprovisionamiento y la gestión de almacén. Deberemos pasar de una gestión just in time a una gestión clásica, con almacenes y stock que garanticen que en situaciones parecidas no volvamos a sufrir las mismas carencias.

10. La sanidad privada ha estado a una gran altura durante estas semanas. De forma inmediata se ha puesto manos a la obra para luchar contra el COVID sin esperar nada a cambio. Creemos que esto ayudará a que en el futuro el tiempo dedicado a discusiones estériles y demagógicas sobre el rol de la sanidad privada se pueda dedicar a estudiar cómo la sanidad pública y la privada se unen para ir resolviendo los retos de salud que se presenten en el futuro, que serán muchos.

Me ha salido demasiado largo, pero creo que merecía la pena enumerar en un mismo post todas las implicaciones estratégicas que estamos detectando y que van a formar parte de nuestro plan de trabajo para diseñar el futuro.

Gracias por vuestra paciencia. ¡Seguimos!

Todos somos #Sanitarios. #Orgullo #AplausosSanitarios #JuntosVamosAVencerCOVID19